Publicado en gestion.pe autor Alessandra Apestegui Schenone (*)
Recientemente recibimos y celebramos la noticia de que el Perú subió al puesto 36 en la medición del Doing Business 2011, que mide las acciones que hace un país para atraer inversiones y facilitar el desarrollo de los negocios. Este año somos los primeros de América Latina en el ranking, por encima de Colombia (39) y Chile (43). Esta noticia acompaña a otras que subrayan el momento económico que vivimos. El Perú ha demostrado sólidos fundamentos para sustentar su crecimiento, a la vez que el mundo despierta de la última crisis. Se espera una tasa de crecimiento del PBI superior al 8% ligada al alza en los precios de los commodities y al incremento de la inversión extranjera. El déficit fiscal de nuestro país no superará el 3% del PBI y la inflación, aunque creciendo, sigue en el rango propuesto por el BCRP.
Asimismo, la estabilidad macroeconómica genera un entorno adecuado para el ingreso de capitales extranjeros e inversiones de largo plazo. Si el Perú es uno de los mejores países en América Latina para emprender un negocio, ¿qué les espera a las empresas que ya vienen operando en el Perú? La respuesta es: mayor competencia. ¿Están las empresas peruanas preparadas para un ambiente más competitivo? La estabilidad económica de los últimos tiempos ha generado un incremento en el consumo y, con él, mayores ventas de las empresas. Sin embargo, el incremento en ventas no representa un beneficio de largo plazo. Las empresas deben tener como objetivo aumentar su productividad, diferenciar sus productos e incrementar su habilidad para responder ágilmente a las exigencias del mercado y de los competidores.
Estos objetivos son más relevantes en un contexto como el descrito. No debemos esperar tiempos difíciles para analizar nuestra estructura de costos y volverla eficiente.
Para ello, es pertinente cuestionarse lo siguiente:
1. ¿La negociación con sus proveedores es susceptible de mejora?
2. ¿Cree que la racionalización de recursos o del portafolio de productos pueda ser una medida que impacte positivamente en sus ingresos?
3. ¿Posee un sistema de seguimiento que mantiene su eficacia comercial?
4. ¿Tiene establecidos políticas y procedimientos rigurosos para la gestión y justificación de los gastos con anterioridad a su ejecución?
5. ¿Tiene identificados los riesgos de sus procesos "end to end" (de inicio al fin)?
El proceso de reducción de costos involucra la evaluación de los procesos y políticas de su empresa, la búsqueda de los productos más rentables de su portafolio, el incremento de los niveles de eficiencia de los procesos y del personal, la mejora del control de gestión de compras y proveedores, la identificación y reducción de riesgos y costos operativos, la integración de los sistemas para potenciar el manejo de información, facilitando la toma de decisiones, son algunas herramientas que buscan consolidar el crecimiento y efectividad de las organizaciones.
El futuro de nuestro mercado es próspero y también las posibilidades de crecimiento para las empresas. No obstante, los mercados se tornan cada vez más sofisticados, las empresas deben adaptarse a nuevas tecnologías, nuevas formas de trabajo, y mayor competencia. Si bien el Perú se vuelve atractivo para el ingreso de nuevas empresas, las que ya operan en el país cuentan con una ventaja. Capitalizar esa ventaja utilizando las herramientas adecuadas permitirá beneficios en el corto y largo plazo.
(*): Consultora Senior Advisory PricewaterhouseCoopers.
Ver fuente original
No hay comentarios:
Publicar un comentario