Publicado en El Cronista.com, 18 Mar 2013
Las tres compañías brasileñas más grandes de celulosa y papel, Fibria, Suzano Papel y Celulosa y Klabin, que el año pasado se apretaron el cinturón, adoptaron acciones de control y reducción de costos, comenzaron a obtener los resultados de las medidas de austeridad. Con la demanda y los precios más favorables, esas iniciativas beneficiaron los márgenes de lucro de la industria y fortalecieron el balance general del cuarto trimestre.
Fibria, Klabin y Suzano, juntas, registraron un resultado antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización (Ebitda) de R$ 1.540 millones entre octubre y diciembre, una suba de 38,7% en la comparación anual. En las mismas bases, el ingreso líquido consolidado creció 18%, a R$ 4.401 millones, mientras el costo de los productos vendidos (CPV) avanzó a ritmo más lento, con un alza de 8,8%, a R$ 3.265 millones.
La última línea del balance, en términos consolidados, reflejó la mejora operativa, que en el último trimestre más que compensó el resultado financiero líquido negativo más alto. Entre octubre y diciembre de 2012, las tres empresas registraron lucro líquido, que, consolidado, fue de R$ 227,5 millones. Un año antes, las mismas compañías tuvieron, juntas, un perjuicio de R$ 30 millones, considerando desde la pérdida individual de R$ 360 millones (de Fibria) hasta el lucro individual de R$ 208 millones (de Suzano).
Ese desempeño a finales del año pasado no sirvió como justificación para el acomodamiento de las empresas. Al comentar los resultados trimestrales, dirigentes de las tres compañías reiteraron que mantendrán el foco en el control de los costos y gastos, y podrán tomar medidas más drásticas, como la suspensión de determinadas inversiones y adoptar una disciplina más estricta para la ejecución de planes de expansión.
En esa área, las tres empresas anunciaron algún tipo de iniciativa. El plan más reciente es el de Suzano, que suspendió dos proyectos, de energía renovable y de la futura fábrica de celulosa en Piauí, que juntos demandarían inversiones de al menos u$s 4.000 millones. El congelamiento de los planes forma parte de un paquete más amplio de medidas, que incluyen prácticamente todas las áreas de la empresa y se profundizarán a lo largo de 2013.
La decisión fue por una política más conservadora de endeudamiento y determinada en la búsqueda de resultados, afirmó el presidente de Suzano, Walter Schalka.
El año pasado, el costo de los productos vendidos de Suzano totalizó R$ 4.040 millones, una suba de 7% en la comparación anual, entre otros factores debido a los más altos costos con madera de terceros, que presionarán esa línea en los próximos dos años.
Fibria, que prorrogó los planes para la construcción de la segunda línea de celulosa en la fábrica de Tres Lagoas (Mato Grosso do Sul), sigue con el foco en la conquista de la nota grado de inversión, concedida y retirada el año pasado por agencias de clasificación de riesgo a Aracruz y Votorantim Celulosa y Papel (VCP), que dieron origen a la compañía.
El control riguroso de los costos también aparece en el tope de las prioridades de la empresa, de acuerdo con Marcelo Castelli, presidente de Fibria. En 2012, acciones de esa naturaleza y mayor eficiencia operativa resultaron decisivas para el mantenimiento del costo de caja de producción de celulosa.
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