Publicado en El Comercio 31 Jul. 2011
Perú camiseta
EMPRESARIOS Y DISEÑADORES GRÁFICOS SE TOMAN A LA BROMA O MUY EN SERIO EXPRESIONES ARTÍSTICAS DEL PERÚ PARA LLEGAR CON DIVERSOS MENSAJES A UN PÚBLICO SOBRE TODO JOVEN. SON DISEÑOS QUE LE DEBEN MUCHO A LA RIQUEZA HISTÓRICA Y CULTURAL DEL PAÍS. LE MOSTRAMOS ALGUNOS EJEMPLOS.
1. FTICHE
El guante de un danzante de tijeras, el rostro pixeleado de un Ekeko, un diablo puneño. El diseñador gráfico Roger Hiyane trabaja de lunes a viernes en una oficina, y los fines de semana se dedica a dibujar para Ftiche su línea de ropa que comenzó hace dos años. Había vivido en Japón por algunos años y volvió a Lima a ver si existía la opción de quedarse. “El diseño tiene que ir más allá de los soportes tradicionales”, dice. Él encontró en la venta de camisetas con motivos peruanos la oportunidad de diseñar con un contenido. Pero saber dibujar no convierte a nadie en un empresario. Hiyane tuvo que llevar un curso de estampado textil y aprender a reconocer telas en Gamarra y conseguir un taller que haga un buen corte y confección. También aprendió que en una tienda de ropa independiente le cobrarían de comisión hasta el 50% del precio de venta de sus polos. Su ritmo ha sido lento, no tiene más de 10 diseños y de cada uno habrá mandado a hacer no más de 40 prendas. “No veo que alguien lleve mis diseños por la calle. Lo mío no tiene ese ‘feeling’. Algunas de mis prendas se venden en una galería de arte y ya no en tiendas de moda urbana. Seguro que me falta más publicidad, más tiempo, pero no me quejo”.
2. FAITE
El artista Germán Quino (Cherman) y José Carcelén se hicieron amigos en reuniones de bar donde siempre se discutía entre varios amigos sobre la falta de identidad del peruano. Pero a la mañana siguiente, con la resaca, nadie estaba decidido a hacer algo para cambiar lo que tanto les molestaba. Un día lo hicieron. Era el 2001, juntaron dinero y lanzaron polos con la marca New Huaco. Que al poco tiempo llamaron Faite. La marca se hizo más conocida cuando pusieron en el pecho a héroes de la patria dibujados por Cherman como Miguel Grau o Francisco Bolognesi con un estilo pop. No fue fácil porque se tuvo que derribar algunos prejuicios. Carcelen cuenta que cuando llevó a los talleres de Gamarra un estampado con la palabra “Cholo” no faltó quien se burlara diciendo que nadie compraría una camiseta así. Hoy los polos que llevan la imagen de Chacalón o el Cholo Sotil son de los más vendidos.
Faite tiene en sus camisetas diversas gráficas de Cherman y Samuel Gutierrez, pero pronto se sumarán diseños de Elliot Túpac, el artista de los carteles para conciertos de chicha y cumbia. Por años con una tienda entre Barranco y Miraflores, la meta de Faite es que sus polos lleguen a los conos de Lima y allí venderlos a menor precio.
3. CUY ARTS
Óscar García y Juan José Sánchez son españoles y hace seis años iniciaron la marca Cuy Arts. Los diversas costumbres de la cultura peruana (la de hace siglos y la de hoy) y hasta los animales de la costa, sierra y selva han sido una fuente de inspiración para diseñar personajes y estamparlos en camisetas. Y aunque al inicio Sánchez y García pensaron que la mayoría de sus compradores serían turistas, poco a poco fueron teniendo más clientes peruanos. Es decir, existía un mercado que valoraba llevar en el pecho un dibujo inspirado en el país. Aunque el tipo de cliente depende mucho de la zona de venta. En Cusco, por ejemplo, la venta es sobre todo a extranjeros.
Hoy Cuy Arts tiene siete puntos de venta propios (entre tiendas y pequeños módulos) repartidos en Lima y distribuye a tiendas del resto del país, pero todavía llegar a la selva (en especial a Iquitos) es un reto. El otro reto es seguir con nuevos diseños a pesar de la piratería. Siempre deben estar un paso delante de quienes quieren jugar sucio y por eso pronto lanzarán una nueva marca, ya registrada: Cuy 2.0 en la que diversos dibujantes y diseñadores darán un giro al tipo de líneas y colores que hasta hoy identifican a la marca.
Aunque comenzaron con camisetas para varones, que sigue siendo el producto principal, luego siguieron modelos y tallas para mujeres y niños. Y a la fecha los personajes de Cuy Arts están en libretas, mouse pads, mochilas, stickers, vasos, etc. “Ha sido así porque finalmente lo que vendemos no son camisetas sino que vendemos diseño y este puede estar en lo que sea”, dice Sánchez.
4. LOOCH
Un cliente de Argentina ha etiquetado en Facebook el diseño de uno de los polos de la marca Looch,pero tatuado en su brazo. Tanto le habrá gustado la imagen de un indio adorando a la pachamama que prefirió tenerla para siempre en la piel. “He visto en sus diseños, más que simples dibujos”, dice el fanático. Es la verdad: los diseños de Looch son muy cargados de figuras y líneas. “No queremos vender una prenda con cualquier garabato. Cada diseño tiene que contar una historia”, dice el director creativo José Luis Príncipe de Lama, quien junto a su primo Carlos Villanueva inició esta aventura en el 2007 dejando polos a consignación en algunas galerías de Miraflores.
Su primer módulo de venta lo abrieron en el 2009, ya tienen tres en Lima, otros en Arequipa y Chiclayo, además de dos tiendas franquiciadas en Cusco. “Se está revalorizando el tema peruano, y muchas veces para la gente es un gusto ponerse algo así”, dice Príncipe. Sus diseños aprovechan la mitología y las leyendas del Perú Antiguo. Por ejemplo, uno de sus estampados se llama “El ascenso del Señor de Sipán al Inframundo”. Esos trazos llamaron la atención en ferias en el extranjero y así Looch consiguió distribuidor para Francia y Alemania.
Con las exigencias del extranjero (adonde se va el 30% de su producción que en total es de 4 mil prendas mensuales) mejoraron la calidad de la tela, pasando de usar algodón Tangüis a pima, y a darle a los polos mejores acabados, texturas y bordados.
5. KUX
Christian Ramos Dietrich ha estado esta semana participando de una excavación en el valle de Túcume (Lambayeque). Ramos no es arqueólogo sino un diseñador gráfico que hace más de dos años elabora camisetas con imágenes de la cultura Mochica. Es un diseñador que quiere hacer bien su tarea y por eso antes que permanecer sentado en su escritorio, prefiere coger su mochila, entrevistarse con historiadores, investigar en libros, y como en este reciente viaje reunirse con comunidades campesinas en busca de proveedores de algodón.
La marca de camisetas, que maneja junto a su socio Mauricio Navarro, se llama KUX (sangre) y es una empresa incubada en el Centro de innovación y Desarrollo Emprendedor de la Universidad Católica. Gracias a eso ellos reciben asesorías en distintas áreas que involucran la fabricación y venta. “Los mochicas tuvieron un impresionante desarrollo del arte visual, y es lo que nos sirve hoy de materia prima para diseñar”, dice Ramos. Cada medio año han producido unas 500 prendas, pero esperan en mediano plazo hacer 2.000 cada tres meses. “Tenemos 15 diseños, vamos ladrillo por ladrillo”. Aparte de los espacios comerciales dedicados a la venta de souvenirs para turistas (mercado étnico) han encontrado un nicho en las tiendas que son concurridas por jóvenes que corren tabla: no es coincidencia que los mochicas hayan tenido una relación tan cercana con el mar. “Nos gusta que la gente esté más interesada en consumir productos locales”, dice. Para llegar a niños lanzarán pronto peluches con la forma de huacos antiguos. Esperan tener éxito.
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